Tras cruzar la frontera con Italia, ambos vivieron un incidente divertido. Los agentes de aduanas, poco interesados en registrarlos, los detuvieron. En cambio, el HYMER Grand Canyon S CrossOver captó la atención de todos.
A continuación, se realizó un recorrido espontáneo por la habitación, durante el cual los agentes, también aficionados al camping, echaron un vistazo curioso al interior y charlaron sobre las comodidades, el espacio de almacenamiento y la tracción total.
Cuando los viajeros mencionaron la ruta planeada, uno de los agentes preguntó entre risas: "¿Y... se conduce bien?". Por supuesto, Elisa y Ron lo confirmaron sin dudarlo. Con una sonrisa y un gesto amistoso, los agentes se despidieron.
Aquel fue el control de aduanas más relajante que jamás habían experimentado. El viaje resultó ser una auténtica aventura a través de paisajes espectaculares, a veces alpinos, a veces con un toque mediterráneo. La carretera era estrecha y sin cobertura, pero el entorno era una auténtica joya. La ruta los condujo a través de densos bosques y pequeños puentes bajo los que discurrían arroyos de aguas cristalinas. Hicieron frecuentes paradas breves para sacar fotos.
