Nos encanta viajar a lugares que uno no debería visitar. Es decir, donde no haya torres inclinadas, estacionamientos turísticos prefabricados o listas de ubicaciones que deberían representar la personalidad de un lugar. Pero, cuando planeamos nuestro viaje de dos semanas por carretera a Cerdeña con la Camper Van HYMER Grand Canyon, todavía no teníamos idea de lo maravillosamente aventurero que sería este destino.
¿Qué crees que hay detrás de esas pegatinas amarillas de ferry que vemos tan a menudo en los vehículos? ¿Existe una alternativa al turismo de "packs" en esta isla tan cercana y tan desconocida para nosotros? Queríamos averiguarlo y planeamos una "ruta a ciegas" para ir a Cerdeña. Sin prisas y sin escuchar consejos de amigos o de generaciones mayores sobre este desconocido lugar.
Salimos desde Múnich a través del SudTirol hasta Livorno y, desde allí, tomamos el ferry a Cerdeña. En el garaje de nuestra „Hymi“ cargamos nuestras tablas de surf, equipo de escalada, tablas de snow, skateboards y SUPs (Standup Paddle Boards), es decir, cogimos todo lo que nos gusta.
Las sorpresas más bonitas son siempre lugares que los turistas no podemos ver a simple vista. Así es como, en nuestra primera parada, descubrimos un lado salvaje del SudTirol. El navegador nos guió por el paso Stelvio, una zona de esquí glaciar a la que se puede llegar a través de pasos de ensueño a través de un idilio de tiempos olvidados. Por otro lado, las marcas de las máquinas de nieve estaban completamente frescas así que, nos subimos a los telesillas y disfrutamos de la nieve, del Carving, y de nuestras tablas de snow.
Nos apasiona tomar fotografías y así estuvimos durante todo nuestro perfecto día de snow en Grang. Y, por la tarde, en lugar de preparar algo para comer, estuvimos con nuestros skates arriba y abajo fotografiándonos en el hermoso entorno alpino.
El siguiente destino, el puerto ferry de Livorno, está a unos 500 km del paso Stelvio así que hicimos pequeñas paradas para estirar brazos y piernas.
El paisaje que veíamos por la ventana cambiaba. De las montañas del SudTirol al paisaje de lagos cerca del lago de Garda al paisaje llano del valle del po para llegar, finalmente, a Livorno.
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A pocas horas en ferry desde Livorno, se encuentra Olbia. Cerdeña se podía vislumbrar desde lejos con sus típicas aguas azul profundo y su paisaje montañoso.
Antes de ir allí en busca de nuestro primer lugar para surfear, dejamos atrás la travesía del ferry, disfrutando de un par de cervezas que nos alegraron la noche mientras crecía nuestra expectación por el oleaje* previsto para el día siguiente.
El día terminó con una impresionate puesta de sol marcando el comienzo perfecto de nuestra ruta "a ciegas" de dos semanas por la bonita Cerdeña.
*Ola o energía de las olas que se mueven a través del océano y que se propaga y, finalmente, se rompe como una ola en la costa.
A la mañana siguiente, asomamos la cabeza por la ventana y analizamos cada movimiento del agua en busca de la ola potencialmente perfecta. A pesar del plan previsto de surfear en el primer lugar que encontramos, la codicia por romper olas quizás aún mejores nos empujó a seguir por la carretera de la costa, únicamente para confirmarnos que el primer lugar encontrado era el mejor.
Retrocedimos y surfeamos tanto que nuestros brazos de spaghetti y el oleaje se rindieron y, al final, estuvimos surfeando felices en nuestro acantilado, donde habíamos estacionado nuestra Camper Van. Las olas, que antes golpeaban violentamente las piedras, se transformaron lentamente en una superficie lisa como un espejo. La luz del atarceder era idílica y las tonalidades del cielo y el mar cambiado a rosa pastel, violeta y naranja.
No teníamos idea de que Cerdeña nos recibiría de una manera tan maravillosa y aventurera.
Cerdeña es diferente. Para conocer más facetas de la isla, cogimos nuestros Paddel Surf y nos fuimos a descubrir nuevos lugares. Buscábamos una zona de escalada que, excepcionalmente, un amigo nos recomendó. El camino nos llevó a una antigua cantera con unas impresionantes vistas a un lago en el valle. Hay disponibles rutas de todos los niveles de dificultad para que se pueda acceder a la zona. Mientras subíamos, descubrimos un lugar perfecto para quedarnos a dormir en el lago. Era una carretera estrecha que iba directa al lago.
Al día siguiente, cuandos nos despertamos allí la isla volvía a mostrar su caracter romántico. El sol naciente atravesaba la niebla que cubría el lago y, con el reflejo del sol, el lago parecía oro. Decidimos nadar en esa agua tan especial y luego tomamos un café en nuestra cocina. Vivimos una de esas mañanas en las que sientes que todo es perfecto: estar en el lugar adecuado, en el momento adecuado, con el compañero adecuado.
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Después de la romántica mañana, conducimos hacia el sur a lo largo del lago. Nos paramos en una casa abandonada en el borde de una vieja presa, para echarle un vistazo. Nos divertimos con historias de miedo para no dejar que nos influenciara la sensación opresiva del viejo edificio. Dado que el agua normalmente llega al primer piso de la casa, todo está protegido con un número considerable de letreros, vallas y muros. Seguramente fuimos de los pocos visitantes que, en los últimos tiempos, han podido visitar la casa.
Para no perder la suerte y el buen karma que habían estado de nuestro lado hasta ese momento, decidimos llevar un pequeño ramo de flores a los espíritus de la casa, lo que, parece ser, llamó la atención a un gato que salió de la nada.
Delante de la casa, descubrimos una pequeña y descuidada fuente, la mitad de la cual estaba estaba enterrada por polvo. Con palas "hechas a mano" y escobas de hoja restauramos un poco el "Backyard Bowl" para poder hacer una sesión de skate. El gato nos miraba mientras se comía una lagartija. Cine para nuestro amigo de cuatro platas.
Después de esta emocionante sesión de skate, agradecimos haber encontrado este curioso lugar, la casa, el gato y poder patinar allí juntos. Agotados y felices continuamos hacia el sur, la previsión de un oleaje de sureste nos marcaba nuestro camino.
Durante los días siguientes, sin embargo, apareció la lluvia, lo que parecer ser que alejó a los pocos turistas habituales. Al explorar lugares desconocidos para surfear, es casi fascinante ver olas vacías rodando el fondo marino rocoso y lanzándose sobre sí mismas en perfecta formación.
Nos sumergimos con valentía en el agua. El barril* detrás de nosotros era lo suficientemente grande como para caber agachados, pero el agua solo tenía unso 30cms de profundidad. Esta comprensión tardía nos costó la nariz de una tabla de surf y una cámara que ahora se encuentra en el fondo marino de Cerdeña. A pesar de varias pequeñas heridas, terminamos sin aliento, sintiéndonos afortunados y sentados en nuestras sillas de camping frente a nuestro HYMER.
*Se crea un barril cuando se rompe una ola. Esto crea un tubo o túnel en forma de barril a través del cual se puede surfear a suficiente velocidad.
La fantástica sensación de felicidad solo se vió empañada por nuestra pronta partida. Viaje en ferry, incluido el cambio a invierno, llegada brumosa al continente y descenso de la rampa del ferry. Todo muy triste. Antes de que nos diésemos cuenta, Cerdeña, con todas sus aventuras y sorpresas positivas, ya quedaba lejos, lamentablemente, en nuestro retrovisor.
Tanto si prefieres descubrir el mundo con Social-Media-Hashtags, guías de viaje, informes y aplicaciones o si prefieres arriesgarte e improvisar como inspiración para viajar, solo podemos decir, en base a nuestra experiencia, que el mundo ofrece una infinidad de rincones por descubrir. En resumen, nuestra ruta "improvisada" con Cerdeña fue todo un éxito. Volveremos seguro.
Usted mismo puede vivir experiencias como estas a bordo de cualquier HYMER.
Seguro que en nuestra sinopsis de modelos encontrará la autocaravana o camper ideal para sus viajes.
