Amor frío – en autocaravana por la Noruega invernal
Acompañe a Yvonne, Simon y el HYMER ML-T 580 hasta Cabo Norte y sorpréndase con lo que el invierno en Noruega tiene para ofrecer a los entusiastas de los deportes náuticos.
Acompañe a Yvonne, Simon y el HYMER ML-T 580 hasta Cabo Norte y sorpréndase con lo que el invierno en Noruega tiene para ofrecer a los entusiastas de los deportes náuticos.
No son unas vacaciones en la playa. Aquellos que cruzan el Círculo Polar Ártico en el invierno más profundo se despiden del sol y las temperaturas abrasadoras. Pero aquí se llega a conocer una calidez diferente: la calidez del corazón de los noruegos.
Simon y su novia iniciaron el viaje y nunca antes se habían sentado al volante de una autocaravana. En esta ocasión escogieron el HYMER ML-T 580 como compañero de viaje.
„Noruega en invierno siempre ha sido nuestro sueño.“
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La primera gran pregunta del viaje fue: ¿Cabe una pequeña tienda de deportes en una HYMER? La respuesta: ¡Sí, claro! Equipo de esquí, equipo de senderismo ártico, tablas de surf y trajes de neopreno, bicicletas eléctricas y más equipación. Mucho equipo de fotografía y, por supuesto, dos aventureros de Insbruck.
Tan pronto como estuvo todo guardado, acudimos a los proveedores de viajes de confianza: los padres de Simon. Todo lo que puede ser necesario, ellos lo tienen. No es lo más habitual hacer una lista de compra para cuatro semanas, pero si viajas a Noruega con un presupuesto limitado, es bueno llenar los estantes, armarios y cajones antes de salir.
Empezamos con cautela desde Bad Waldsee a Copenhague. Era la primera vez que Simon conducía una autocaravana y lo estaba haciendo bastante bien. El control de velocidad funcionaba perfectamente y la anticipación hacía el resto. Pasaron horas y los kilómetros pasaban volando.
Llegaron a Noruega, los dos buscaban espacio o, mejor dicho, la inmensidad y encontraron lo que buscaban en el Parque Nacional Drovrefjell. Dondequiera que mires, nada cubierto por nieve. La meseta, atravesada por pantanos y lagos, es uno de los últimos ecosistemas de alta montaña intactos de Europa. Por este motivo, los campistas se detienen y se calzan los zapatos para caminar. Un maravilloso camino aguardaba. El sol estaba a punto de ponerse cuando apareció una enorme sombra en el horizonte.
¿Y ahora qué? ¿Dar la vuelta e ir a lo seguro o ir hacia lo desconocido? Simon e Yvonne regresaron tarde a la autocaravana pero no con con las manos vacías. Llevaban la historia de sus vacaciones en su equipaje. Habían podido disfrutar de un encuentro con bueyes salvajes. Verlos en esa temporada rayaba el milagro y los dos, dentro de la autocaravana, estaban contentos de haber podido vivir esta experiencia mientras disfrutaban del confort y de la acogedora temperatura interior. Apenas podían creer lo que acababan de ver. Menos mal que tenían la cámara, de lo contrario, nadie les hubiese creído.
La guía de viajes se quedó en algún lugar de Trondheim. Nadie necesita rutas turísticas aquí, porque los paisajes detrás de cada curva y cada túnel son de piel de gallina. Las montañas brillaban bajo el sol de la tarde en un color rojizo espectacular. Noruega siempre muestra su belleza simple y natural, especialmente en invierno cuando la nive se toma un descanso. Cada vista desde la ventana de la autocaravana era en una postal. Los días pasaban volando: estuvimos esquiando, disfrutando de recorridos en la nieve, de cenas agradables dentro de la autocaravana y de la siempre emocionante búsqueda del próximo lugar de estacionamiento aún mejor para pasar la noche.
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"¿Cómo?" Simon reaccionó así cuando nuestros amigos de Noruega nos invitaron a hacer una excursión en barco y en esquí. Ellos cumplieron su sueño, emigraron, compraron un yate, fundaron el proyecto „Sail&Summit“ y ahora ofrecen viajes de varíos días a pistas de esquí remotas. En cualquier caso, no nos los pensamos dos veces y aceptamos encantados su invitación.
Al abordar el yate, rápidamente quedó claro que esto no tiene nada que ver con nuestra autocaravana HYMER. Literas en lugar de la cómoda cama y mucha falta de espacio en el yate. Pero bueno, esta aventura no se medía por el lujo sino en momentos únicos así que, ¡adelante!. Durantes los siguientes siete días seguimos con el mismo ritmo: despertarnos, contemplar el mar, tomar un buen desayuno, charlar con el timonel, amarrar, ponernos los esquís, subir a una de las innumerables montañas y ver el atarceder con vistas al mar. Un verdadero sueño. Esta experiencia había valido la pena.
Es cierto lo que se dice de que el ojo nunca se cansa de descubrir la la belleza. Rara vez nos encontramos con gente, pero los que conocimos fueron muy agradables. Así fue como aprendimos a surfear con un punto de acceso en el Círculo Polar Ártico. Este deporte tiene una larga tradición en Lofoten y, aunque parezca extraño, las olas estaban llenas de gente que desafía el frío del Mar del Norte con sus neoprenos. Era increíble pero sobre todo, increíblemente hermoso. Llenos de euforia, regresamos a la autocarvana a última hora de la tarde y, gracias a la calefacción programable, pudimos entrar en calor y recuperarnos. Estábamos cansados pero agradecidos a los padres de Simon y a Noruega por haber pasado cuatro semanas impresionantes que, lamentablemente, pasaron demasiado rápido.
Usted mismo puede vivir experiencias como estas a bordo de cualquier HYMER.
Seguro que en nuestra sinopsis de modelos encontrará la autocaravana o camper ideal para sus viajes.
